Situada en el sur de Portugal, limita al norte con el río Tajo, al sur con la región del Algarve, al oeste con el océano Atlántico y al este con el río Guadiana y la frontera con España (Extremadura y Andalucía), es la mayor provincia del país. Comprende cuatro NUT III -Alto Alentejo (Distrito de Portalegre); Alentejo Central (Distrito de Évora); Bajo Alentejo (Distrito de Beja); y Alentejo Litoral (Condados de Alcácer do Sal, Grândola, Santiago do Cacém, Sines y Odemira)- y abarca un paisaje diverso que va desde las playas salvajes y las costas escarpadas del litoral atlántico, hasta las extensas llanuras del interior.
El paisaje tranquilo, colorido y cálido, colmado de la pacífica convivencia entre las personas y la naturaleza, lo urbano y lo rural, hacen del Alentejo una región única y agradable que cautiva a quienes la visitan. Cada ciudad y pueblo del Alentejo ofrece imágenes inolvidables de la historia y las tradiciones culturales del pasado, conservando un rico patrimonio histórico y natural y los rasgos más genuinos de sus gentes.
Con un pasado étnico heterogéneo, la cultura alentejana recibió una profunda influencia de la cultura romana y árabe, reflejada en la lengua, en las instituciones sociales y en la actividad económica, pero sobre todo en la expresión patrimonial y documental de esa cultura, traducida en la artesanía, en los usos y costumbres, en la arquitectura, en la música y en la gastronomía. En cuanto al patrimonio arquitectónico, sobresale, en Évora, el Templo Romano del siglo I d.C. y la Capela dos Ossos, una construcción "macabra" de la época filipina forrada en su interior con huesos humanos; son ejemplos únicos en Portugal. El patrimonio natural, que incluye el Parque Natural del Sudoeste Alentejano y de la Costa Vicentina, la Reserva Natural del Estuario del Sado, el Parque Natural de la Sierra de S. Mamede, el Parque Natural del Valle del Guadiana y el Refugio Ornitológico del Monte do Roncão, constituye una riqueza y diversidad biológica extraordinarias, y corresponde aproximadamente al 7,5% del territorio regional.
Extensa y poco poblada, la región del Alentejo cuenta con unos 500 000 habitantes para una superficie de 27 000 km2, lo que se traduce en una densidad de población de aproximadamente 19 habitantes por km2. La baja densidad de población está asociada a un alto grado de envejecimiento tanto en la parte superior como en la inferior de la pirámide de edad.
La región cuenta con una red de carreteras muy favorable para el desarrollo, con una presencia muy relevante dentro de la Red Europea de Transportes (RTE-T), siendo atravesada longitudinal y transversalmente por grandes carreteras (A2 Lisboa-Algarve y A6 (Lisboa - Madrid). Está dotada de infraestructuras portuarias (Sines, el mayor puerto de aguas profundas de Europa, capaz de acoger los enormes buques portacontenedores post-Panamá) y aeroportuarias (aeropuerto de Beja) capaces de proyectar la región en la escena internacional.
Considerado en su día como "el granero de la nación", el Alentejo se está orientando hacia una silvicultura moderna y más competitiva, así como hacia el pastoreo extensivo de especies autóctonas, la producción de vino de alta calidad y de gran valor comercial, las rocas ornamentales y hacia un turismo competitivo. Su potencial turístico es único por cuestiones como su ubicación, la preservación del medio ambiente y la presencia de factores irrepetibles en otros lugares, como su cultura, gastronomía, historia y patrimonio. El Alqueva, la gran y mítica presa de Portugal y una de las mayores del mundo, abre hoy diversas expectativas de desarrollo económico, contribuyendo de forma decisiva a los aspectos mencionados anteriormente, e incluso por su importante y complementario potencial en términos de agroindustria.
Estas oportunidades de desarrollo, que también son retos para la capacidad empresarial doméstica y extranjera, no se limitan a estas zonas. Se pueden complementar aprovechando las privilegiadas condiciones naturales y estratégicas en el ámbito aeronáutico en las que destaca Évora, con su Escuela de Pilotos y las estructuras industriales para la fabricación de piezas de aviones.
Pero es solo una larga estancia -para ver la riqueza de los paisajes, disfrutar de la conservación de la historia, la cultura y el medio ambiente, admirar el espectáculo de la artesanía, deleitarse con la fabulosa cocina, acompañada de magníficos vinos y, sobre todo, disfrutar de la amabilidad de la gente- puede darle una idea de la dimensión, la diversidad y la riqueza del Alentejo...
Para saber más sobre el Alentejo, consulte el Observatório das Dinâmicas Regionais do Alentejo